La inteligencia artificial, la realidad virtual, el big data, el aprendizaje móvil (m-learning), el blockchain y el aprendizaje personalizado, son sólo algunas de las tecnologías disruptivas que están provocando una revolución en el sector educativo, que se enfrenta a los nuevos retos de una pedagogía cada vez más digital.
Y es que, como apunta Luis Toro, director de programas académicos de OBS Business School, hemos entrado en la era de la EdTech (educación tecnológica). Ésa en la que el formador se convierte en e-learning, pasando a tener un rol de supervisor del proceso de aprendizaje, aclarando dudas y guiando a los alumnos hacia los recursos que podrían utilizar con éxito fuera del aula.
Desde esa perspectiva, y teniendo en cuenta que el futuro de la educación depende sin duda de la transformación digital (algo que esta pandemia ha puesto claramente de manifiesto), son muchos los retos a los que se enfrenta el sector educativo.
El principal es la digitalización. Actualmente, unos 3.600 millones de personas (la mitad de la población mundial) no tiene conexión a Internet. Y, según la Unesco, unos 500 millones de estudiantes, desde infantil a secundaria superior, carecen de acceso a ningún aprendizaje remoto.
Según el informe E-Learning. Nuevas tendencias en la formación online: el impacto de las tecnologías disruptivas, elaborado por OBS Business School, Estonia, Finlandia y los Países Bajos son los países europeos más preparados para el aprendizaje digital, mientras que Alemania es la menos preparada para la digitalización, pese a ser la economía más grande de Europa.
TIC con futuro
Entre las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a las que este informe indica se debería prestar más atención destacan las experiencias de enseñanza inmersiva, como la realidad virtual y la aumentada, que –según Toro– tendrán una gran aplicación en el sector de la educación en los próximos dos años.
Por el acelerado ritmo que lleva nuestra sociedad, parece claro que la capacidad de acceso del aprendizaje móvil y su portabilidad se ajusta al comportamiento habitual y el estilo de vida del estudiante moderno y por tanto seguirá siendo uno de los canales más populares para el aprendizaje electrónico. Para estudiantes de todos los niveles, el denominado mobile learning (m-learning) se ha convertido en el formato preferido de aprendizaje y acceso al conocimiento.
En opinión de este experto, el blockchain “podría convertirse en una nueva plataforma para la gestión escolar”. Aunque hasta ahora esta tecnología se está usando en la gestión de certificados y diplomas de graduación, especialmente en la educación superior, Toro apunta que también “se puede aplicar en el almacenamiento de registros, la verificación de identidad, la seguridad de la información y la protección del contenido”. Además, explica que “tiene la capacidad de permitir al estudiante la gestión de itinerarios personales de aprendizaje”, gracias a la implementación de programas de valoración.
La proyección del gasto global en soluciones blockchain en 2021 alcanza los 6.600 millones de dólares y los pronósticos sugieren que continuará creciendo en los próximos años, llegando a casi 19.000 millones de dólares en 2024.
En cuanto a la inteligencia artificial, comenzó a introducirse en el sistema educativo para impulsar la inscripción o agilizar las operaciones, entre otras tareas, pero –según el informe de OBS– es en el área del aprendizaje personalizado donde puede demostrar su enorme potencial. Un ejemplo de ello son los sistemas de recomendación automática, que serán capaces de interactuar con un estudiante en función de su perfil, comportamiento y desempeño.
Fuente: observatoriorh.com
